Ciclo integral del agua

Aguas de Valencia, garantiza la captación, tratamiento, distribución y el abastecimiento de agua potable a más de 3 millones de personas de 300 municipios españoles mediante la gestión de todas las fases del Ciclo Integral del Agua.

El Ciclo integral del Agua es el recorrido realizado por el agua desde que se capta en estado bruto en la Naturaleza, hasta su disponibilidad potabilizada en nuestros hogares y, cerrándolo en sentido inverso, el que realiza el agua para reintegrarse convenientemente depurada a la Naturaleza.

La gestión del Ciclo Integral del Agua es la principal actividad del Grupo Aguas de Valencia desde hace 125 años, una larga trayectoria durante la cual se ha convertido en una referencia a nivel nacional llegando a más de 3.000.000 de habitantes.

El compromiso y la responsabilidad del Grupo Aguas de Valencia radica en su máximo rigor para preservar, administrar y acrecentar unos recursos en agua dulce que no son inagotables. De esta manera, desempeña sus servicios en todas las fases del ciclo del agua y asume la captación, transporte, potabilización y distribución del agua potable, así como la recogida, depuración del agua residual y devolución a su medio natural teniendo en cuenta el menor impacto posible en el entorno.

Para Aguas de Valencia, cada cliente es único, de manera que aporta en cada servicio su conocimiento y capacidad tecnológica para poder dar las soluciones más adecuadas a cada situación.

¿Cómo se realiza el Ciclo Integral del Agua?

El proceso de potabilización no tiene lugar necesariamente cerca de la ciudad o población abastecida, de manera que el agua potable ha de ser bombeada a través de grandes tuberías hasta llegar a su destino. A esta fase se le llama Aducción.

Ya en la población, el agua se distribuye a través de una serie de tuberías de distinto tamaño o diámetro, de manera que llegue a cada punto de suministro la presión y la cantidad necesaria. A lo largo de la red hay elementos de control, de seguridad, de desinfección y de impulsión que garantizan de forma activa la mejor distribución del agua.

La red de distribución acaba en cada una de las entradas a los edificios abastecidos. A estos tubos de entrada se les llama acometidas. El mantenimiento de la red de distribución en óptimas condiciones de operación es el reto diario de las empresas de abastecimiento de agua.

Una vez ya consumida, el agua residual se canaliza a través de redes de alcantarillado y colectores de saneamiento hasta las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales, que las reintegran nuevamente a arroyos, ríos, al mar y a medios receptores en general, hasta completar el ciclo con garantías.

Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales realizan en un reducido espacio la labor de depuración que la Naturaleza lleva a cabo normalmente en los ríos y mares. Esta función la realizan además tratando caudales mucho mayores de los que la capacidad de depuración de la Naturaleza podría tratar. Procesos físicos, químicos y biológicos se combinan para dejar el agua tratada en condiciones tales que no resulte peligroso para el hombre ni nocivo para la Naturaleza su vertido a un cauce o al mar.

La incorporación de nuevas tecnologías y la recuperación de los residuos producidos, llamados "fangos" son objetivos medioambientales para los operadores de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales. Tanto es así, que Aguas de Valencia genera energía limpia -biogás-, a partir de la cogeneración de los fangos extraídos en las plantas depuradoras, tras el tratamiento de las aguas residuales.